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¿Cuánta agua debe de beber un cachorro?

Una pregunta que rara vez se le hace al médico veterinario es cuánta agua debe de beber un cachorro. La preocupación del tutor siempre va hacia la cantidad de alimento y se olvidan del agua.

El agua es esencial en el organismo y elemento importante para conservar la salud. Se obtiene principalmente mediante el acto de beber, así como otra cierta cantidad con el alimento y a través de algunos procesos metabólicos del cuerpo. Por otro lado, el agua se pierde al respirar, jadear, orinar y defecar.

El no ingerir la cantidad adecuada de agua o el incrementar su pérdida mediante el vómito o diarrea conduce al organismo a un estado de deshidratación.

 

Condiciones que afectan la cantidad de agua consumida. 

  • Tipo de dieta. El alimento seco (Croqueta) contiene entre un 15 a un 30% de agua. El alimento húmedo (en lata o dieta casera) llega a tener entre 50 a 75%. Por lo tanto, los perros alimentados con croquetas requieren beber mayor cantidad que los que se alimentan con dieta húmeda.
  • Talla. La necesidad de agua para el organismo parte del peso corporal. Los cachorros presentan un rápido desarrollo en sus primeros meses de vida, lo que semana con semana se marca una diferencia en las necesidades.
  • Actividad física. Un cachorro que además de estar en el período de crecimiento antes mencionado, goza de una adecuada actividad física, tiene necesidad de un mayor consumo de agua.
  • Clima. Los cachorros que viven en zonas cálidas o que al menos, en su lugar de residencia se marcan las estaciones calurosas, también incrementan su requerimiento. Los perros no sudan por lo que para regular el calor de su cuerpo recurren al jadeo, mecanismo que lleva a la pérdida de agua.
  • Medicamentos. En la práctica, es poco probable que un cachorro reciba el tipo de sustancias que pueden alterar el consumo de agua. Las más comunes son antinflamatorios esteroidales y los diuréticos. Ambos medicamentos, favorecen la diuresis (eliminación de orina) y, por lo tanto, producen sed y se aumenta el consumo de agua.
  • Enfermedades. En el caso de los cachorros, los padecimientos que pueden incrementar el consumo de agua por compensación y reposición son las enfermedades que cursan con diarrea y vómito.

El alimento en lata (húmedo) tiene un mayor contenido de agua (Imagen: Pixabay)

 

¿Cuánta agua debe de beber un cachorro?

Como se mencionó, hay diferentes factores. Sin embargo, en general requieren entre 50 y 100 ml por kg por día.

 

Cómo evaluar si tu cachorro esta deshidratado.

Hay que señalar que cualquier cachorro que sufre de diarrea y/o vómito tiene una gran probabilidad de presentar deshidratación. Más aún, si por el padecimiento que cursa, ha perdido el deseo de beber agua. En un principio, sufrirá lo que se llama una deshidratación subclínica. No es evidente aún, pero por la historia clínica se concluye que ha iniciado un proceso de deshidratación.

Los signos clínicos que puedes notar son:

  • Encías secas. Las encías de un cachorro sano lucen húmedas y brillantes. Si las tocas con el dedo, este resbala. Cuando esta deshidratado, se perciben secas.
  • “Prueba de tienda” de la piel lenta. Esta prueba consiste en jalar la piel de la parte superior del cuello. En condiciones de adecuada hidratación, la piel regresa inmediatamente a su posición. Cuando el paciente sufre deshidratación, el regreso es lento o en casos extremos no regresa.
  • Ojos hundidos. Con deshidratación severa, los ojos pierden su brillo y se aprecian retraídos en su cuenca.
  • Letargo y depresión. El cachorro se muestra inactivo, puede estar postrado y al tacto se percibe baja su temperatura.

 

Cómo tratar la deshidratación.

Si el problema es ligero (el médico veterinario es quien lo determinará), se puede intentar la hidratación oral. Se administran con cierta frecuencia pequeñas cantidades de suero oral confirmando que el cachorro lo retenga, al mismo tiempo, se debe de tratar la causa.

Cuando la deshidratación es más severa, es necesario la administración de suero por otras vías. En ocasiones puede ser aplicado subcutáneo (bajo la piel), aunque la mayoría de las veces y garantizando mejores resultados, se aplica vía intravenosa. El médico veterinario tiene que calcular la cantidad y frecuencia de goteo que requiere el paciente.

Considera que con solo perder el 10% del volumen de agua corporal puede ser fatal para cualquier ser vivo.

La hidroterapia vía intravenosa es la mejor manera de rehidratar un paciente (Imagen: Pixabay).

 

Consideraciones importantes.

  • El cachorro al nacer solo consume la leche materna, esta lo nutre e hidrata. A partir de las 3 o 4 semanas de edad, comienza a consumir agua y alimento de manera independiente.
  • A partir de este momento, debe de tener agua fresca y limpia a libre acceso.
  • El agua debe de mantenerse a la sombra y en un lugar en el que no se pueda contaminar de basura, hierbas, insectos, etc.
  • El tazón de preferencia debe de ser de acero inoxidable o cerámica. El plástico puede influir en el sabor del agua y además liberar toxinas, sobre todo si se calienta.
  • El recipiente del agua también hay que lavarlo. Parece innecesario hacer este comentario, pero muchas veces solo se va rellenando y con el tiempo el agua tiende ensuciarse.
  • Es conveniente que el tazón pueda contener suficiente agua para al menos 48 horas, esté accesible y si hay varios perros, multiplicar el número de tazones.
  • Siempre es recomendable que el cachorro (o perro adulto) beba agua filtrada o purificada (agua potable). El agua de la llave puede estar contaminada, contener exceso de minerales (puede variar por zonas) y el 100% de las veces está clorada (aunque sea a niveles “no tóxicos”, lo mejor es no ingerir cloro).
  • La correcta hidratación es crucial para mantener su salud y bienestar.
  • Si tienes duda de cuánta agua debe de beber un cachorro o cualquier asunto relacionado a su consumo, debes de consultarlo inmediatamente con el médico veterinario.
Autor: Heron Pazzi

Médico Veterinario Zootecnista, dedicado a la clínica y cirugía de perros y gatos. Ex académico de la FMVZ UNAM y de la FCN UAQ. Conferencista y amante de los perros y su bienestar.

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